lunes, 2 de junio de 2014

Burgos 1 de Junio: Crónica de la Fiesta de la Escuela Pública



Ayer domingo 1 de junio, por quinto año consecutivo se ha celebrado en el Paseo de Atapuerca de Burgos el Día de la Escuela Pública. Organizada por la Plataforma Escuela Pública, Laica y Gratuita de Burgos la jornada se celebró en un ambiente festivo y reivindicativo, en la que destacó la participación de la ciudadanía y el rechazo a los recortes educativos que se siguen produciendo y a la nueva ley de educación (LOMCE) que entrará en funcionamiento el próximo curso.


La jornada comenzó a las 11:30 de la mañana con una bicicletada popular que partió del Paseo de Atapuerca y recorrió las principales calles de la ciudad. Niñas, padres y madres, profesorado y ciudadanos en general partieron en sus bicicletas con dorsales que reivindicaban una verdadera educación pública de calidad y rechazaban el cambio de modelo educativo que se está produciendo y que va dirigido hacia una educación elitista, segregadora y adoctrinadora. A su regreso al Paseo de Atapuerca, las ciclistas fueron recibidas con un fuerte aplauso por las muchas personas que allí ya se habían congregado.




A las doce habían dado comienzo los talleres infantiles con una gran aceptación por parte de la chavalería y sus familias. Los talleres de flores, de molinos de viento, de dibujos, de pájaros carpinteros, equilibristas y viajes a la luna y muchos más, todos ellos con materiales reciclados, fueron el regocijo de niños y niñas que iban pasando de unos a otros sin interrupción, mientras desde el estrado se leían algunos poemas en defensa de la educación y el manifiesto del Día de la Escuela Pública*. Finalmente, la mañana terminó con una sesión de “Danzas del Mundo”, vistosa, festiva y participativa.
 
Tras la pausa para la comida, que algunos miembros de la Plataforma la realizaron a orillas del Arlanzón de forma compartida, como si de un picnic se tratara, la jornada se reanudó a las seis de la tarde con un gran concierto que se prolongó hasta las diez de la noche. Los grupos que actuaron fueron Falling Loud, Moshaholics, Raid y Natural Way, todos ellos aplaudidos por el nutrido público asistente y vitoreados por su colaboración y su compromiso en defensa de la Escuela Pública.


La Fiesta de la Escuela Pública se ha convertido en Burgos casi en una tradición, acudiendo cada vez más personas que en un ambiente festivo no dejan de recordar a las autoridades que seguirán movilizándose a favor de una educación pública, laica, gratuita y de calidad y en contra de decisiones políticas que ataquen este derecho fundamental.


* Manifiesto de la Fiesta de la Escuela Pública en Burgos

En el día de hoy, uno de junio, celebramos la fiesta de la Escuela Pública. Pretendemos que sea un día festivo, pero al mismo tiempo un día reivindicativo.

Durante los últimos años hemos venido sufriendo un cambio de modelo educativo. Con la excusa de una crisis diseñada por las élites del sistema capitalista, vemos cómo han ido en aumento los recortes en educación, cómo se han elevado las tasas académicas y cómo se nos ha impuesto un ley de educación elitista, segregadora, adoctrinadora y antidemocrática, mal llamada Ley para la mejora de la calidad educativa.

En este nuevo modelo educativo el alumnado pasa a un segundo plano dentro de las prioridades formativas de la escuela, suplantado por el “mercado”, y los intereses de este último prevalecen sobre los intereses de las niñas y los niños. Las familias son apartadas del ámbito de la toma de decisiones, teniendo cada vez menos que opinar sobre la educación que reciben nuestras hijas e hijos, en un claro impulso intervencionista por parte del estado como representante de esas élites empresariales, no así de la ciudadanía (¿alguna vez lo fue?). Y el profesorado, vejado y humillado, asiste al desmantelamiento de sus derechos laborales, mientras es obligado a cebar a su alumnado como ganado que está siendo engordado para ese matadero que llamamos “mercado laboral”.

Para protestar por todo ello estamos aquí. Para reclamar lo que nos corresponde como ciudadanía que siempre paga y cada vez recibe menos a cambio, en un ambiente festivo, pero de lucha. Para hacer oír nuestra voz, la de los padres y las madres que ven cómo sus criaturas son adiestradas por el sistema, seleccionadas y segregadas si no alcanzan su supuesta excelencia. Para hacer oír la voz del profesorado que ni se conforma, ni se resigna, que no se acomoda y que cree en la importancia social de su labor. E igualmente, para que sea escuchada la voz de ese alumnado crítico, que piensa y razona y discrepa, que lee y se informa, y se mueve, y molesta a los que hay que molestar, y protesta y no se conforma con lo que le toca. Y para los niños y niñas que todavía no han llegado a ese punto, pero que habrán de llegar, a pesar de todos los palos que el sistema les ponga en las ruedas, para que no sean los futuros consumidores acríticos y para que sean pesadilla y no regocijo de los más que conocidos caciques, locales, estatales y “multinazionales”.

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