miércoles, 20 de noviembre de 2013

LOS MENTIROSOS ARGUMENTOS DEL RECORTE DEL GASTO EDUCATIVO



Utilizar argumentos económicos para justificar los recortes en educación es, en sí, una estafa.

Los mensajes economicistas del gobierno son espurios y bastardos y una trampa más en la que quieren hacernos caer.

La educación no es una mercancía, los alumn@s no son carne para el empresario.

La educación es UN DERECHO FUNDAMENTAL. Aquí trataremos de desmontar sus propias MENTIRAS.

1ª MENTIRA: El sistema educativo actual es ineficaz

Cuando se afirma esto se está diciendo que no logra sus fines que se esperaban. Ahora bien, cuáles son estos: ¿formar personas libres y críticas o mano de obra barata?, ¿reducir desigualdades o perpetuarles?.

La respuesta es indiscutible: contribuir a una sociedad más justa, libre y crítica. Sin embargo, la ley Wert conduce a un modelo totalmente opuesto, meramente mercantilista, hecho a la medida de las demandas empresariales, por lo que afirmamos que el sistema educativo realmente ineficaz es aquel que plantea la LOMCE.

Aun así somos conscientes de que la escuela pública tiene sus deficiencias a la hora de llevar a cabo su función compensadora y de formación, pero el camino a seguir es justamente el contrario: construir una escuela desde abajo, con la participación de docentes, familias y estudiantes y dotada con más recursos.

2ª MENTIRA: El sistema educativo no es sostenible

El concepto económico de sostenibilidad significa por un lado, equilibrio entre los ingresos y los gastos, y por otro, equilibrio entre generaciones (dejando un mundo que merezca la pena ser vivido).

Respecto a la primera acepción, nos negamos a considerar la educación como un gasto o incluso como una inversión, pues se trata de un DERECHO. Pero si se quiere hablar de dinero, recordemos que gastamos menos que los países de nuestro entorno y que son las familias quienes soportan buena parte del mismo.

En cuanto al equilibrio intergeneracional, cuantos mayores sean los recursos empleados en educación y mayor la participación ciudadana en su gestión, mejor será el mundo en el que vivirán nuestros hijos y nietos, construido sobre la solidaridad, la igualdad y el respeto medioambiental, y no sobre el individualismo depredador del capitalismo.

3ª MENTIRA: La educación debe adecuarse a las necesidades del mercado laboral en tiempos de crisis

La crisis es una excusa para eliminar la educación como derecho ciudadano. No se persigue un recorte temporal de los recursos destinados a la educación (y a otros servicios públicos), sino que los trabajadores tengan peores expectativas salariales para que se plieguen mejor a los trabajos eventuales mal pagados.

Mientras nos hablan de la sociedad del conocimiento, en lugar de apostar por la formación y la investigación, el modelo productivo que se construye es un modelo que se basa  en la explotación de una mano de obra barata por parte de multinacinales, pues la pequeña empresa familiar acabará muriendo.

Si consideramos que los cambios que se producen en la historia son súbitos e inesperados, éstos solo se pueden afrontar con un elevado nivel educativo. Es díficil planificar a  largo plazo las necesidades e intereses de las generaciones futuras (¿Quien nos iba a decir hace unos años que el chino iba a tener el auge que tiene actualmente?) y menos basarnos en informes que se fundamentan en los intereses cortoplacistas de las multinacionales, movidas por el beneficio inmediato y olvidando interesadamente que contamos con un planeta finito. Tenemos que acabar con el modelo consumista, realizar una profunda reflexión sobre las necesidades y distribuir la riqueza. La escuela es uno de los lugares donde repensar la realidad.

4ª MENTIRA: Un puesto escolar privado-concertado es más barato que uno público

En principio ésta podría ser una afirmación más en clave económica que ideológica, pero no es así. El coste de la educación lo determina la remuneración de los factores productivos (profesorado, materiales educativos mantenimiento...) y en el caso de la enseñanza privada se añade el beneficio empresarial.

Por lo tanto, para que lo privado resulte más barato que lo público, debería utilizar menos factores productivos y/o de menor calidad, lo que de ningún modo es una ventaja. Además la escuela pública siempre empleará más recursos, porque es la única que atiende desinteresadamente a la práctica totalidad de la población que más lo necesita, ya sea inmigrante, con necesidades especiales, dispersa geográficamente o que requiere cualquier tipo de ayudas: de becas de comedor, transporte, libros...

También debe tenerse en cuenta que el coste de las infraestructuras educativas (ministerio, inspección, etc.), las subvenciones a los centros privados, las cesiones de terrenos o de edificios públicos... recae sobre fondos públicos. En consecuencia lo privado nunca será ni mejor ni más barato.

La educación no es una mercancía, los alumn@s no son carne para el empresario.

La educación es UN DERECHO FUNDAMENTAL; debemos participar activamente desde la base y no dejarlo en manos ajenas.

DEROGACIÓN DE LA LOMCE YA

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