OBJECIÓN DE CONCIENCIA A LA LOMCE
Manifestamos, como docentes, nuestra
OBJECIÓN DE CONCIENCIA a proponer a un estudiante que curse estudios en un
itinerario desde el que no es posible la obtención del título de Graduado en Secundaria.
.
“Una ley de educación
impuesta por rodillo parlamentario contra la voluntad de la ciudadanía y la
comunidad educativa no deja más salida que objeción de conciencia”. Con estas
palabras de Federico Mayor Zaragoza concluía hace ahora un año (diciembre de
2012) la presentación en acto público de la Plataforma Stop Ley Wert.
Recién
aprobada la LOMCE en el Congreso, desde Yo estudié en la Pública queremos hacer
la primera de nuestras propuestas en este sentido.
¿Qué requiere? Información acerca de la
arquitectura abiertamente segregadora de la LOMCE y voluntad de compromiso con
una escuela inclusiva.
¿A quiénes concierne? Al profesorado, a los estudiantes y
a las familias.
¿Contra qué va dirigida? Contra la expulsión del sistema
educativo del alumnado con más dificultades de aprendizaje.
¿A quién perjudica? A nadie.
¿A quién beneficia? A todas y a todos, y muy
especialmente a los estudiantes en grave riesgo de exclusión escolar y social.
¿En qué consiste? En no aceptar que ningún estudiante
se derive al ciclo de Formación Profesional Básica, pues aboca a un pozo negro
sin salida, por más que se esté intentando maquillar con medias verdades. Veámoslo
1.
Uno de los
aspectos más controvertidos de la LOMCE es su carácter segregador. Se rompe el
carácter comprensivo de la educación obligatoria no solo desdoblando el cuarto curso
en dos itinerarios incomunicados entre sí que desembocan en dos reválidas
diferenciadas, sino que además se aparta tempranamente al alumnado con especiales
dificultades de aprendizaje a un itinerario desde el que no es posible la adquisición
del título de Graduado en Secundaria.
2. Este itinerario, la Formación
Profesional Básica, está pensado para estudiantes que hayan terminado 2º de ESO
o 3º de ESO y tengan cumplidos los quince años.
3. Este ciclo tendrá dos años de
duración., al cabo de los cuales se obtiene el título Profesional Básico, NO el
de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria.
4. Para obtener el título de Graduado
en Secundaria, se habrá de superar una de las dos reválidas subsiguientes al cuarto
curso de la ESO, y que estarán tan ligadas al curso precedente que cada una
abre la puerta a estudios de un tipo y no son convalidables entre sí. Hablando
en plata: a quien se le “canalice” a un ciclo de la FP Básica le será prácticamente
imposible hacerse con el Graduado en Secundaria, titulación mínima exigida para
la mayoría de los trabajos.
5. En uno de los últimos borradores se
introdujo la posibilidad teórica de que se pueda pasar de la Formación Profesional
Básica a la Formación Profesional de Grado Medio. Pero se precisa: “siempre que
la demanda de plazas en ciclos formativos de grado medio supere la oferta, las
Administraciones educativas podrán establecer procedimientos de admisión al
centro docente”. Teniendo en cuenta que solo en este curso y solo en la
Comunidad de Madrid 9.000 estudiantes se han quedado sin plaza pública para el
Grado Mediode FP, ¿quiénes se quedarán fuera tras estas pruebas de acceso, ¿quienes
hayan concluido 4º de ESO – y la reválida - o quienes hayan sido “desviados” a
los programas de Formación Profesional Básica? El puente entre la FP Básica y
la FP de Grado Medio no existe; está roto. NO es posible pasar de una a otra.
6.
No nos
engañemos. No caigamos en la trampa.Este itinerario no es sino una maniobra para
enmascarar el abandono educativo temprano. Ahí se contabilizan quienes cumplidos
los 15 no han cursado al menos un ciclo postobligatorio de dos años. Estos estudiantes,
aun no teniendo el título de secundaria, tendrán esos dos años, con lo que no
contarán como abandono temprano (http://en-clase.ideal.es/opinion-200/1718-la-nueva-fp-%C3%A1sica-%C2%BF%E2%80%9Ctruco-estad%C3%ADstico%E2%80%9D-para-rebajar-el-abandono,-v%C3%ADa-de-salida-o-verdadera-cualificaci%C3%B3n-profesional.html)
Digamos no. Si
de verdad nos sentimos comprometidos con una escuela inclusiva, no seamos cómplices
del carácter segregador de la LOMCE.
-En que en NINGÚN
centro se proponga a ningún estudiante para ese itinerarios de Formación Profesional
Básica. Puesto que, según la LOMCE:
“El equipo docente podrá proponer a los
padres, madres o tutores legales, en su caso a través del consejo orientador,
la incorporación del alumno o alumna a un ciclo de Formación Profesional
Básica”
La salida es
fácil para el profesorado: Manifestamos,
como docentes, nuestra objeción de conciencia a proponer a un estudiante que
curse estudios en un itinerario desde el que no es posible la obtención del título
de Graduado en Secundaria.
Esto exige
el compromiso efectivo del profesorado con una escuela inclusiva de la que
ningún estudiante sea expulsado.
E implica
también a alumnado y familias, pues queremos pensar que ningún estudiante podrá
ser “canalizado” a este itinerario contra su voluntad o la de su familia.
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