El currículo de religión católica: Algunas puntualizaciones, sobre algo que no es totalmente nuevo
Por:
Francisco Delgado. Presidente de Europa Laica. 26 febrero, 2015
Menudo revuelo mediático,
político y social se ha montado con la publicación recientemente en el BOE (que
algunos califican de “celestial”) del nuevo currículo de Religión. Como si
fuera algo totalmente nuevo. Pero: bienvenido.
Lo que cambia, en términos
organizativos, con respecto al que se publicó el 6 de junio de 2007 (o anteriormente),
es que ahora con la LOMCE es evaluable a efectos académicos, que se puede
escoger por una doble vía y que se le ha “colocado” una “alternativa” de
“Valores sociales y cívicos”. Además de que se han desmontado, con la LOMCE,
una parte importante de áreas fundamentales para pensar y razonar, como la
filosofía, las artes, la educación física, etc. Que no es cosa banal.
Una de las novedades del BOE
de 2007 fue que se incorporaban contenidos para el “segundo ciclo de educación
infantil”, y ello iba mucho más allá de lo que marcan los “Acuerdos con la
Santa Sede de 1979”, ya que estos se refieren solo a la Preescolar de 4 y 5
años, y con la LOGSE y la LOE, la Infantil se ampliaba a los tres años. Es
decir se rebajaba en un año la enseñanza de Religión. Algo que fue alucinante y
patético.
También cambia, porque
entonces gobernada la Conferencia Episcopal el integrista y “malo malísimo”
Rouco y ahora es Blázquez, el actual Delegado en España del “Papa bueno,
buenísimo”, el de las “barricadas de los pobres y contra las injusticias”, el
Papa populista argentino, el que tanto gusta a algunos políticos de nuevo y
viejo cuño. El que afirma que el capitalismo es “pecado”, cuando él dirige una
enorme corporación religiosa empresarial y financiera… También cambia, porque
entonces Gobernaba Zapatero y ahora, todavía, lo hace Rajoy.
También, porque entonces
algo más del 60% del alumnado de la escuela titularidad pública, en el conjunto
del Estado y en todas las etapas, asistían a clase de Religión y ahora no
llegan al 50%, según datos MEC. Y en algunas CCAA, no pasan del 25%.
También, porque los
contenidos, que tanto han “irritado y alarmado”, han cargado “las tintas” en
los rezos, en que la felicidad sólo se alcanza a través de Dios, en la
justificación del Creacionismo. Quizá, esta alarma viene, porque la mayoría no
han “seguido” detenidamente los contenidos de algunos los libros de Religión
que se vienen editando, año tras año. Editorial a editorial. ¡Algunos
indignantes! Y, claro, lo han visto en el BOE…
En el currículo de 2007, en
la Etapa de Infantil ya se incluían como objetivos/contenidos, nada más y nada
menos: “el descubrir y conocer el propio cuerpo, que es un regalo de Dios
Creador con la colaboración de los padres. La diferenciación sexual y de roles (niño-niña)
como don recibido de Dios. El diálogo con Dios y la oración como salvadora del
cristiano. Un Dios que escucha, al que se le pide ayuda y se le dan las
gracias. Como Jesús cuida de los niños y se preocupa por ellos. El pecado y la
oveja descarriada…” Y en Primaria, por ejemplo: “La creación del ser humano y
del mundo, obra admirable de Dios. Estructura y sentido de la Biblia, palabra
de Dios. Manifestación de Dios Padre, creador y misericordioso. El pecado… La
importancia de los sacramentos y, en particular de la confesión y comunión…”
En el nuevo currículo de
2015 algunos resaltan en los contenidos/objetivos, por ejemplo, el hecho de que
“Dios ha creado al ser humano para que sea feliz en su relación con Él”. Que
“sin esa asignatura no se puede conseguir el desarrollo de la persona”… “que la
educación en la dimensión religiosa es parte fundamental para la maduración de
la persona y lograr la felicidad, que fuera de la religión es más difícil o
imposible”
He leído, también, a quien
afirma estos días, como si fuera algo nuevo, que “esta rendición de la escuela
española al pensamiento mágico es consecuencia de una Transición en la cual, en
vez de dotar al país de un sistema educativo público de verdad, se integraron
en el existente los colegios religiosos bajo la figura de la concertación. Por
eso pagamos con dinero de todos centros religiosos como si fueran públicos y,
por si eso fuera poco, costeamos el adoctrinamiento infantil en el catolicismo
por clérigos o delegados de éstos que falsean la Historia y enseñan como
hechos reales”. Estoy totalmente de acuerdo.
Pero en el fondo ¿Qué hay de
nuevo para tanta alarma? Yo invito a que se lean el BOE de 2007 y lo comparen
con el de 2015, tanto en el fondo, como en la forma. Claro que encontraran
diferencias…
…Pero eso NO es lo más
importante.
Al fin y al cabo (todavía)
es voluntario asistir o no. Los padres/madres pueden decidir si a sus hijos e
hijas se les educada en la magia y/o en la razón… aunque, con ello, se les
generen profundas contradicciones que por la falta de maduración (según la
edad) son incapaces de entender o que participen de la barbaridad que supone el
segregar a niños y niñas, en función de las convicciones de sus padres/madres.
Y aunque todo ello se haga en contra de Los Derechos de la Infancia…
Lo trascendente e importante
es qué la Religión confesional sigue presente en la Escuela, por decisión
política, de unos y otros, con ciertas complicidades sociales y sindicales.
Que más de quince mil
“delegados diocesanos” designados por los Obispos figuran como personal laboral
(gracias a la LOE) en los centros escolares de titularidad pública y que no
sólo se limitan a impartir catecismo a los escolares que asisten a religión
(por cierto cada vez menos), sino que hacen proselitismo católico (en ocasiones
muy integrista y en contra de leyes civiles), que participan de los debates en
los claustros y en el Consejo Escolar, que imparten otras asignaturas (con la
complicidades políticas y sindicales) y que gracias, en esta ocasión a la
LOMCE, podrían ser designados como miembros de los equipos directivos en la
Escuela de titularidad Pública.
Que el Estado financie
Centros privados dogmaticos católicos. Y que con la LOE/LOMCE se les considera,
nada más y nada menos, como Servicio Público.
Pues a pesar de este
panorama, hay organizaciones sociales, políticas y sindicales, de las que se
reclaman del centro izquierda (por ejemplo) y hay Plataformas y Mareas por la
Escuela Pública, que no apoyan -nítidamente- la “Laicidad en la Enseñanza” Es
decir: “que la religión salga de la Escuela” y/o “NO a los conciertos con
centros confesionales”.
Aunque no sea nada nuevo.
¡Bienvenido el revuelo, una vez más! Sobre todo porque sirve para hacer razonar
y pensar sobre la verdadera dimensión de la Religión en la Escuela.
Asistimos a un proceso
político que posiblemente va a modificar el panorama de representación y
participación de la ciudanía en todos los ámbitos, a lo largo de 2015.
Algunos y algunas tenemos
mucha paciencia con este tema. Llevamos más de 35 años esperando. Yo les
emplazo a ustedes a evaluar la situación de aquí, justo a veinticuatro meses.
Creo que es un tiempo prudencial, para analizar si -para entonces- podremos
soñar “que vamos a dejar de “esperar”.
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