El Correo de Burgos
Diario
de Burgos
Un aula reivindicativa. j.
Maiques / Burgos - miércoles, 19
de junio de 2013
No suele ser lo más habitual que
tres profesores universitarios salgan a la calle a impartir una clase magistral
para todo el que la quiera oír. Pública y gratuita. E igual de extraño es que
al terminarla reciban el aplauso unánime de unos 50 alumnos de todas las edades
que, estoicos ante un frío que haría tiritar hasta al más intrépido, aguantaron
impasibles las tres lecciones que se prologaron durante algo más de una hora. Y
no se movieron por agradecer la implicación
y, sobre todo, porque para lo que realmente estaban allí era para protestar
contra lo que les mueve desde hace tiempo: la Lomce y «los recortes» del Gobierno en Educación e investigación.
Así las cosas, la Plaza Mayor se transformó
ayer en un aula al aire libre gracias a una iniciativa que la Plataforma por
una Escuela Pública, Laica y Gratuita de Burgos ha importado de otras ciudades
españolas, una de ellas Madrid, en las que esta misma actividad ha tenido una
buena acogida.
Los alumnos, la mayoría de ellos ataviados con
la camiseta verde que han convertido en emblema de sus reivindicaciones,
formaron un corro mientras cada uno de los profesores utilizaba sus 20 minutos
para dirigirse a sus pupilos. Ahí no había ni proyector, ni diapositivas ni
nada que se pareciera a la tecnología. Solo una pizarra pequeña y desnuda que
no tardó en llenarse de garabatos.
Cada maestrillo, como dice el refranero, hizo
bueno su librillo. El catedrático en la Escuela Politécnica Superior Juan José
Villalaín impartía una clase teórica sobre ‘El Campo Magnético Terrestre’. Una
lección que a muchos de los no iniciados les pudo sonar a chino pero que
provocó, como en cualquier aula del planeta, la interrupción de algún aprendiz
con preguntas que buscaban respuestas para nada sencillas.
El catedrático de la Facultad de Ciencias
Económicas Carlos Larrinaga y el profesor asociado de la Facultad de
Humanidades Rayco González optaron por ejemplos más prácticos y llevaron los
temas sociales al eje de sus enseñanzas.
Entre uno y otro llegaba el turno de las
cifras. De denunciar que en Castilla y León ha habido 1.356 estudiantes que se
han quedado sin beca por limitación presupuestaria. De criticar que la
inversión en investigación ha caído un 25% y de protestar porque la UBU haya
prescindido de 30 plazas de profesores asociados.
Verdaderamente, una jornada magnífica que hay que repetir
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